La noche llego despacio
sin apenas enterarnos
tus manos junto a las mías
mis ojos en ti clavados.
Y el deseo, libre busca
dentro de ti una morada
y es que te ha visto la cara
de joven enamorada.
La noche llego muy fría
me acercaba mas a ti
cobijandote en mis brazos
yo te sentía feliz.
Tu piel temblaba de gozo
al paso de mis caricias
y tu boca me decía
que sin tu boca moría.
La noche llego radiante
con un gran manto de estrellas
y el embrujo encantador
de su inmensa luna llena.
Y mientras tanto en la noche
el sueño se hace verdad
y nuestro amor, que es de sueño
se convierte en realidad.
En el cielo resplandecen
las estrellas de colores
que el amor va transformando
en miles de lindas flores.
Flores que en el universo
han encontrado morada
y bajo el cielo de flores
una chica, enamorada.